El bohemio de la antigua calleja
Carlos XII en Suecia (1682-1718),
"voluntad de hierro y cuerpo de atleta",
bebia en exageracion. Una tarde lo hizo
de tal manera, que tuvo la desgracia de
faltarle el respeto a su anciana y
venerable abuela. Esta, llena de
indignacion, se retiro a sus
habitaciones.
Al dia siguiente, la augusta soberana se
insistio en su retiro, y Carlos XII se
entero del exabrupto cometido en
medio de su borrachera. Molesto por
su conducta se dirigio a las
habitaciones de su abuela; ordenando
que le siguiera su paje, portador
de un vaso de vino.
-Señora-le dijo al presentarse-me
acaban de comunicare ayer, en mi
embriagez, tuve la desgracia de
faltarle el respeto. A fin de que olvidelo
sucedido y me perdone tan grave
afensa, me presento ante usted a beber
este vaso de vino a vuestra salud. ¡Me
arrepiento y hago la promesa solemne
de que sera el ultimo vino que beba en
mi vida!
Asi lo cumplio y supo mantener su
promesa. Lastima que no acertace
tambien a conducir a su pueblo. Si
como capitan fue magnifio, resulto
desgraciadícimo para Suecia.